lunes, 22 de agosto de 2011

nocturno


La llegada, en la noche,
 suele guardarnos alguna sorpresa...

y así lo esperamos cada vez,

mientras atravesamos el bosque,
a los lados tan negro y silencioso,

con la certeza,
ahora más palpable,
de pisar
lo que no nos pertenece:

el territorio nocturno,

en mitad del camino ayer
la primera vez que descubrimos
un ejemplar de chotacabras,

posado, y al acercanos (ya a pie), 
a poca distancia echar a volar
 mostrando sus largas alas.