Para aparearse, el macho se va acercando a la hembra con mucho tiento y desde atrás, para después saltar de forma repentina sobre su espalda. Ella, si está dispuesta a aparearse, adopta una actitud pasiva permitiendo que el macho la fecunde. Inmediatamente después, la hembra despierta de su letargo y viendo al macho como una oportuna presa, lo devora si éste no es capaz de ponerse a salvo.
Información gracias a http://gerenaviva.blogspot.com/
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