jueves, 18 de marzo de 2010

amapola



Papaver rhoeas L. 1753, la amapola silvestre,
es una especie fanerógama del género Papaver,
perteneciente a la familia Papaveraceae.



Se trata de una planta de ciclo anual que puede alcanzar más de 50 cm de altura, con  tallos erectos y poco ramificados con finos pelillos.

Las hojas, que nacen alternas a lo largo del tallo, sin peciolo, son pinnadas y muy dentadas en los márgenes con una única nervadura central.

Las flores de color escarlata intenso, acampanadas y casi esféricas, poseen 4 finos pétalos y 2 sépalos vellosos. Los pétalos son muy delicados y se marchitan rápidamente, por lo que las flores no pueden usarse en adornos florales. Los estambres, de color negro, forman un racimo anillado alrededor del gineceo, lo que le da el aspecto de botón negro.

El fruto es una cápsula verde pálido de forma cónica con una especie de tapa en la parte superior (opérculo), conteniendo numerosas semillas que escapan a través de las grietas del opérculo. Florecen de principio a final de la primavera.





La amapola se ha asociado a la agricultura desde épocas antiguas. Su ciclo de vida se adapta a la mayoría de los cultivos de cereales, floreciendo y granando antes de la recolección de las cosechas. Aunque se la considera una mala hierba es fácil de combatir con los habituales métodos de control de plagas.

Las hojas son levemente venenosas para los animales herbívoros, aunque verdes frescas (antes de la floración) pueden cocinarse como las espinacas y son muy apetecibles, con un sabor característico, (pierden sus propiedades venenosas al cocinarse), si bien produce efectos sedantes por los alcaloides que contiene.

Las semillas son inofensivas y a menudo se utilizan como condimento y en bollería mientras que los pétalos se usan para elaborar siropes y bebidas no alcohólicas.

La savia, pétalos y cápsulas contienen rhoeadina, un alcaloide de efectos ligeramente sedantes, a diferencia de la variedad Papaver somniferum (adormidera u opio) que contiene morfina. El consumo excesivo puede causar molestias intestinales, y hasta dolor de estómago.

No se sabe el origen de la Papaver rhoeas, pero se encuentra ampliamente extendida en Eurasia y el norte de África (donde se emplea para la elaboración de cosméticos).

4 comentarios:

Higorca Gómez Carrasco dijo...

Preciosa y humilde flor,
la sangre de la tierra sale,
en roja alfombra se extiende,
los campos de nuestra España
en primavera, la espera.

Es la flor más humilde que podamos encontrar y a mi me llena de orgullo tenerla cerca.
Besos

Pilar dijo...

sí Higorca¡¡
una alegría poder ver el campo cubierto con el rojo intenso de las amapolas¡¡¡
besos

Raúl M. Olmos dijo...

Desgraciadamente cada vez se ven menos, y han tenido unos años muy malos por aquí, debido a la cantidad de herbicidas que se usan!! El año pasado si que vi unas cuantas, pero cuando era pequeño me acuerdo que salían por todos lados!! Me encantan los campos llenos de amapolas!!!
Un abrazo

Pilar dijo...

las flores silvestres tienen mucho encanto¡¡ es una lástima, como dices, que desaparezcan con los herbicidas...
un campo lleno de amapolas debe ser una gozada¡¡¡¡
yo también las recuerdo en Segovia :)
un abrazo