domingo, 18 de abril de 2010

memoria



 
"Y resbaló el amor estremecido
por las mudas orillas de tu ausencia.
La noche se hizo cuerpo de tu esencia
y el campo abierto se plegó vencido.

Un ayer de tus labios en mi oído,
una huella sonora, una cadencia,
hizo flor de latidos tu presencia
en el último borde del olvido.

Viniste sobre un aire de amapolas.
Como suspiros estallando rojos,
bajo el ardor de las estrellas plenas,

los labios avanzaron como olas.
Y sumido en el sueño de tus ojos
murió el dolor en las floridas venas."

Dionisio Ridruejo

4 comentarios:

Montse dijo...

¿También es una amapola?, mira que son frágiles y delicadas.
Yo las cogía de pequeña y nunca llegaban a casa enteras, se ponían pachuchas enseguida!!

Besitos.

auroraines dijo...

La foto es tan nítida, es como tener la flor a nuestro alcance.
Hay aire de amapolas, muy bonita poesía.
Un beso

Pilar dijo...

es una amapola de cerca, Montse¡¡
eso es lo que les digo yo a mis pequeños visitantes de la granja... qué manía de recoger flores¡¡¡ que enseguida se chuchurren, jajajaja.
besitos

Pilar dijo...

muchas gracias auroraines¡¡
... como suspiros estallando rojos... precioso el poema de Ridruejo¡¡
la naturaleza es muy inspiradora ¿verdad?
besos