El color del cielo se debe a tres factores: a la composición de la luz, a la atmósfera y a nuestra fisiología.
La teoría del color, desarrollada inicialmente por Newton, explica que la luz blanca está formada por la suma de todos los colores del arcoiris. Y que cuando vemos un objeto de un color es porque refleja cierta longitud de onda y absorbe el resto, o lo que es lo mismo, refleja ese color mientras absorbe los demás.
En un extremo del espectro visible se encuentra el rojo, cuya longitud de onda es la más larga y, por ello, su frecuencia la más baja (por eso se les llama infrarrojos a las longitudes de onda más largas) y en el otro extremo el violeta, cuya longitud de onda es la mas corta y, por ello, su frecuencia la más alta (por eso se les llama ultravioleta a las longitudes de onda más cortas).
La luz del sol tiene que atravesar la atmósfera para llegar a nosotros, y aunque el aire puro es incoloro, pues todas las longitudes de onda lo atraviesan, las minúsculas partículas de polvo y de agua en suspensión, más pequeñas que las longitudes de ondas de la luz visible, no tienen tamaño suficiente para repeler la onda y solamente la desvian ligeramente de su camino original. Una y otra y otra vez. Es lo que se conoce como dispersión.
Ocurre que las longitudes de onda del extremo azul del espectro, al ser más cortas, son dispersadas en mayor medida que las del resto de colores, lo que confiere objetivamente un color azul-violeta a nuestro cielo.
Pero resulta que nuestros ojos captan el color a su manera, o mejor dicho, nuestro cerebro interpreta la frecuencia de las ondas según la información recibida a través de los ojos y de su particular fisiología.
Nuestros ojos poseen unos conos sensibles a solo tres colores: rojo, verde y azul. El resto de colores excita varios tipos de conos a la vez, o lo que es lo mismo, podemos obtener el resto de colores a partir de la combinación de esos tres. Y como nuestra vista es más sensible al color azul que al violeta, es éste el color que observamos al contemplar el cielo.
"Una tarde pactaron las alturas.
Sin cambiar de lugar
caminaron los chopos.
Sol en los azulejos
súbitas primaveras.
En el Jardín de las Señoras
subí a la cúpula turquesa.
Vi un cielo azul y todos los azules,
del blanco al verde
todo el abanico de los álamos
y sobre el pino, más aire que pájaro,
el mirlo blanquinegro.
Vi al mundo reposar en sí mismo.
Vi las apariencias.
Y llame a esa media hora:
Perfección de lo Finito."
Octavio Paz
10 comentarios:
¡Y qué azul!
Ya se nota que este fin de semana ha hecho buen tiempo por Córdoba ¡me alegro muchísimo!
Las fotos son estupendas son ese color de azul tan bonito ¡porque el violeta yo no lo veo!!!!
Interesante lo que has explicado, no sabía lo el cielo y me ha parecido hasta divertido.
Un besito!
en realidad fue sólo un día, el sábado, de azul intenso¡¡ hoy de nuevo llueve a raudales¡¡¡
los hongos de los troncos nos saldrán pronto en nuestras piernas, jajaja... y van a dejar de gustarme tanto :)
pero después de la explicación que encontré sobre el azul, sigo sin saber por qué nos satisface tanto, por qué nos da esa alegría¡¡¡
un besito¡
Contestando a tu comentario: es que lo bello y lo poético no tienen explicación científica.
Besos azules
menos mal, Elvira que no hay explicación científica para todo¡¡
besos
El cielo es hermoso en cualquier lugar y de cualquier color que se presente, es mágico.
Pero es cierto que el cielo cuanto más azul, más sensación de bienestar te da.
Y también es cierto que el cielo del lugar en el cual uno nace tiene un color especial.
Besos azules desde Madrid con cielo gris y lluvia.
Hola Airblue¡¡
Gracias por pasarte¡¡
El cielo de Córdoba, donde nací casi siempre es limpio, y muy azul, con sol brillante... también en invierno, y lo echaría de menos donde fuere, seguro¡¡
Besos azules para Madrid esta mañana con cielo radiante¡¡
Buena explicación Pilar!! Como en su día me llamó la atención este fenómeno, ya conocía lo que nos cuentas pero me ha venido bien recordar algunos conceptos que tenía olvidados por falta de uso...
Centrándonos en los cielos, te han quedado muy chulos, con unos azules muy bonitos!!
Un abrazo
Muchas gracias Ramuol¡¡
el cielo aquí normalmente es muy fotogénico, le ayuda el sol¡¡
pero esta tarde de nuevo el cielo gris... qué poco nos dura la alegría...
un abrazo
esa es la teoría que un día me enseñaron en la escuela de bellas artes, el color no existe, lo bello siempre es bello, pero nosotros, cualquiera lo puede hacer más bello, según el estado de ánimo que ese momento se tenga.
El cielo un espejo maravilloso donde están reflejadas el alma de todas esas personas buenas.
Besos
muy bonita imagen, Higorca¡¡
"el cielo un espejo donde están reflejadas el alma de todas esas personas buenas"...
creo también que un cielo azul no admite malos pensamientos¡¡¡
besos
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