viernes, 27 de febrero de 2009

ruiseñor



Virtuoso en el arte vocal, el ruiseñor, que no es tan bello como su canto, habita en los campos y bosques. Aunque se escuchen las deliciosas melodías y armónicas modulaciones de su canto, no se le puede ver, ya que vive muy cerca del suelo y se esconde entre la maleza. Está emparentado con mirlos y zorzales y es común en la sierra de Córdoba. Busca en el suelo para alimentarse de insectos, gusanos y larvas. Canta tanto de día como de noche, aunque es de noche cuando mejor se escucha su melodía. El canto del ruiseñor, que alcanza su punto culminante en junio, en el momento en que nacen sus crías, es una forma de indicar su presencia y delimitar acústicamente su territorio, hasta que sus hijos están lo suficientemente desarrollados como para ser independientes.

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