Las tardes de enero
"Va cayendo la noche: la bruma
ha bajado a los montes el cielo:
una lluvia menuda y monótona
humedece los árboles secos.
El rumor de sus gotas penetra
hasta el fondo sagrado del pecho,
donde el alma, dulcísima, esconde
su perfume de amor y recuerdos.
¡Cómo cae la bruma en el alma!
¡Qué tristeza de vagos misterios
en sus nieblas heladas esconden
esas tardes sin sol ni luceros!
En las tardes de rosas y brisas
los dolores se olvidan, riendo,
y las penas glaciales se ocultan
tras los ojos radiantes de fuego.
Cuando el frío desciende a la tierra,
inundando las frentes de invierno,
se reflejan las almas marchitas
a través de los pálidos cuerpos.
Y hay un algo de pena insondable
en los ojos sin lumbre del cielo,
y las largas miradas se pierden
en la nada sin fe de los sueños.
La nostalgia, tristísima, arroja
en las almas su amargo silencio,
y los niños se duermen soñando
con ladrones y lobos hambrientos.
Los jardines se mueren de frío;
en sus largos caminos desiertos
no hay rosales cubiertos de rosas,
no hay sonrisas, suspiros ni besos.
¡Como cae la bruma en el alma
perfumada de amor y recuerdos!
¡Cuantas almas se van de la vida
estas tardes sin sol ni luceros!"
Juan Ramón Jiménez
"La certidumbre llega como un deslumbramiento.
Se existe por instantes de luz. O de tiniebla.
Lo demás son las horas, los telones de fondo,
el gris para el contraste. Lo demás es la nada. "
Rafael Guillén
4 comentarios:
Gracias por darnos a conocer este maravilloso poema. Tienes un gusto exquisito.
muchas gracias Antonio Manuel¡¡
los dos poemas los conocí ayer, pero sobretodo el de Juan Ramón, me pareció sublime¡¡¡
y lo bien que expresa esa tristeza que tenemos por el sur este invierno de tantísima lluvia...
saludos paisano¡¡
Precioso poema, Pilar!
Un beso (mañana hará sol)
Gracias por venir, Elvira¡¡
a mí también me ha encantado¡¡
besos
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